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La Actitud de Modernidad: Una Praxis de Vida Intelectual (página 2)




Enviado por Jorge D�vila



Partes: 1, 2

Es la actitud que
Foucault
identifica, en cuanto propia de la filosofía, en el
texto de
Kant sobre la
ilustración. Es la actitud que se
identifica a sí misma con la faena crítica.

Ciertamente, Foucault quiere ver en la crítica
más una virtud que una actividad. Es por ello que prefiere
la expresión "actitud crítica". Esta actitud no
puede, históricamente, ser disociada del afán de la
gobernamentalización. Si este último afán
inspiraba todas las respuestas posibles a la pregunta
¿Cómo gobernar?, la actitud crítica, por su
parte, inspiró las respuestas a la pregunta
¿Cómo no ser gobernado? Foucault lo señala
de este modo:

Frente y como contraparte de las artes de gobernar, o
más bien como compañera y adversaria a la vez, como
manera de dudar de ellas, de recusarlas, de
limitarlas,

de encontrarles una justa medida, de transformarlas, de
buscar un escape de esas formas de gobernar o, en todo caso, un
desplazamiento a título de reticencia esencial, pero
también y por ello mismo como linea de desarrollo de
las artes de gobernar, habría habido algo que nació
en Europa en ese
momento [siglos XV y XVI], una suerte de cultura
general, actitud moral y
política a
la vez, manera de pensar, etc. que simplemente llamaría el
arte de no ser
gobernado o, incluso, el arte de no ser gobernado así y a
este precio.6

La actitud crítica, así expresada por
Foucault, no es, radicalmente, otra cosa que la noción
subyacente a la Aufklärung en la respuesta de Kant. Cosa
distinta, sin embargo, es el significado que a la crítica
adjudica Kant en relación con esa actitud.

"Kant fijó a la crítica como tarea
primordial, como prolegómeno a toda Aufklärung
presente y futura, conocer el
conocimiento."7 Como si para Kant el coraje invocado en el
Sapere Aude consistiera en sólo reconocer los límites
del conocimiento.
Al menos así –y tal vez a pesar de Kant– lo parece haber
mostrado el siglo XIX. Foucault señala:

La historia del siglo XIX
dió más fuerzas a la continuación de
la empresa
crítica tal como Kant, en cierto modo, la había
situado en retiro en relación con la Aufklärung, que
a algo como la Aufklärung misma8.

La interpretación
histórico-crítica de esta brecha que separa la
Aufklärung, la actitud de modernidad, del
desarrollo de "la actitud crítica en retiro" constituye el
centro de atención de la obra de Foucault que se
pueda caracterizar como propiamente epistemológica. En
efecto, al desarrollo de la crítica del conocimiento,
conforme se realizó en los siglos XIX y XX, el autor la
caracterizará con estos tres rasgos: a) una ciencia
positivista celosamente crítica de sus resultados, b) el
desarrollo de un Estado que se
da a sí mismo como razón y como racionalidad de la
historia, y c) una ciencia que conjuga el positivismo
científico y el desarrollo de los estados, una ciencia del
Estado. Así, el trabajo
epistemológico de Foucault puede entenderse como un
permanente esfuerzo por descifrar la génesis y constitución histórica de la
"razón de Estado", intentando dar cuerpo a la
pregunta:

¿De cuáles excesos de poder, de
cuál gobernamentalización cada vez más
amplia e inaprehensible en cuanto se justifica con base en cierta
razón, no es esa misma razón históricamente
responsable?9

Notemos pues que la interpretación
histórico-crítica de la conformación de las
relaciones saber-poder posterior al siglo XVIII no es más
que un camino para el desciframiento de la brecha entre la
actitud de modernidad y la actitud crítica en retiro.
Digamos, resume Foucault, que no es porque se privilegie o nos
interesemos en el siglo XVIII que uno se encuentre con el
problema de la Aufklärung; diría que es porque se
quiere plantear, de manera fundamental, la pregunta
¿Qué es eso de la Aufklärung? que encontramos
el esquema histórico de nuestra modernidad.

De modo que el extravío del que conoce, al asumir
la actitud propia de la Aufklärung, al asumir

La actitud de modernidad, es la penetración en la
interpretación histórico-filosófica de las
condiciones que hacen posible en una cierta época la
relación entre "estructuras de
racionalidad que articulan discursos de
verdades y mecanismos de sujeción ligados a ellos"
(10).

Se puede notar, entonces, la diferencia que supone lo
que Foucault llama "trabajo crítico del pensamiento
sobre sí mismo" como actividad filósofica con una
crítica abstracta del puro conocimiento. Pero,
además, debe notarse que la faena que Foucault le imprime
a la actividad intelectual tiene su raíz más
central en el rescate, la permanencia en lucha frontal y como
compañía de la contramodernidad, de la actitud de
modernidad.

La forma que Foucault modela de ese trabajo
crítico del pensamiento sobre sí mismo se fue
elaborando al través de las indagaciones
histórico-críticas de los dominios de experiencia
que, al final de la vida del autor, rebasaron la ocupación
en la época clásica. Esas indagaciones fueron
constituyendo, de manera cada vez más clara, la
identificación de la cuestión de la Aufklärung
con una suerte de constitución ontológica que reune
las relaciones de la trilogía poder-verdad-sujeto.
Así pudo decir Foucault, en los días
críticos del desarrollo de su historia de la sexualidad,
que

el marco general de su investigación
histórico-filosófica era "intentar ver bajo
cuáles condiciones y con el precio de cuáles
modificaciones o generalizaciones se puede aplicar a cualquier
momento de la historia la pregunta de la Aufklärung, a
saber, las relaciones de poder, verdad y sujeto." (
11)

Me gustaría arriesgar la hipótesis según la cual el trabajo
histórico-crítico de Foucault hizo posible que ese
ejercicio filosófico, en el que el pensamiento opera
críticamente sobre sí mismo, fuese responsable de
estas dos consecuencias en la obra última de Foucault. Por
una parte, la identificación histórica del problema
de la Aufklärung como nudo esencial del desarrollo
conflictivo de la época moderna, como epicentro del
diagnóstico del presente que vivimos o,
mejor aún, como "crítica permanente de nuestro ser
histórico".12 Por otra parte, y es este el punto esencial
en lo que concierne a la actitud de modernidad, la
transformación de la actitud crítica, reducida a un
mero comportamiento
de rechazo, en una "actitud-límite" cuya positividad
plantea "someterse a la prueba de la realidad y de la actualidad,
tanto para aprehender los puntos en los que el cambio es
posible y deseable, como para determinar la forma precisa que
haya que darle a ese cambio."

En lo que concierne a la primera consecuencia, se
puedira ver esta claramente si se enlaza la permanente
reflexión de Foucault sobre su propia obra –tal vez,
pueda decirse que era ese el transfondo de sus entrevistas
y la precisión más firme del asunto en
pequeños textos que inician el debate
(consigo mismo) sobre la Aufklärung; desde la casi
desconocida lección ante la Sociedad
Francesa de Filosofía en mayo de 1978, hasta el
"¿Qué es la Ilustración?" aparecido meses
después de su muerte en el
Foucault Reader de P. Rabinow.

Más aún, es posible enlazar esta
permanente reflexión a través del itinerario de
sucesivos encuentros con la obra de Kant, al menos en tres
etapas, a saber, la Antropología kantiana (en el momento de su
traducción), la Critica de la Razón
Pura (en el momento del análisis del doble
empírico-transcendental propio del tema metafísico
como parte de la arqueología de las ciencias
humanas; esto es, en Las Palabras y las Cosas) y, finalmente, los
opúsculos kantianos sobre la historia entre

los cuales, la respuesta a la pregunta sobre la
Ilustración llegó a reconocer Foucault como su
texto fetiche. A él se refirió por primera vez de
modo público y de manera explícita en
1978.

En cuanto concierne a la segunda consecuencia, no
podría más que extender mi hipótesis para
sugerir que Foucault dejó propuesto en sus últimos
trabajos la manera de conducir las indagaciones sobre el presente
que vivimos, de manera que se avance positivamente en la forma
que hay que darle a la transgresión posible de los
límites que se nos imponen y nos imponenmos. Y esa
transgresión consiste en "un trabajo de nosotros mismos
sobre nosotros mismos, en la medida en que seamos seres libres."
Conformar el experimento de la posibilidad de rebasar
límites es, en última instancia, la última
indagación que se propuso Foucault. Ello explica su
inmensa concentración en el asunto ético; pero,
entendamos bien, para Foucault la ética no
es más que la búsqueda permanente de la
realización de la actitud de modernidad. Y ello, en la
vida del intelectual, en el filósofo, es mantenerse
incólume

en la faena de saber cómo y hasta dónde
será posible pensar distinto. Lo propio del discurso
filosófico –y no hay otro con el cual se pueda
identificar a Foucault–, nos dice en su última obra, es
"su derecho a explorar lo que, en su propio pensamiento, puede
ser cambiado mediante el ejercicio que hace de un saber que le es
extraño."13

No se si fue el mismo Foucault quien haya esogido la
frase del gran René Char que aparece en la contraportada
de los tomos 2 y 3 de la Historia de la Sexualidad en su edición
original; en todo caso ella resume bien la actitud de modernidad
que practicó intelectualmente Michel Foucault:

L’histoire des hommes est la longue succession des
synonymes d’un même vocable.

Y contradire est un devoir.

………….

1 Conferencia
invitada para el Coloquio "¿Foucault postmoderno? El
post-estructuralismo y las ciencias humanas" organizado
por el Ateneo de Caracas, la Embajada de Francia, la
Alianza Francesa y FACES- UCV al conmemorarse el décimo
aniversario de la muerte de
Michel Foucault. Caracas, Junio de 1994.

2 Foucault, M., Introducción a "L’usage des plaisirs"
(Historia de la sexualidad, tomo II), pp. 14-15, Gallimard, 1984.
(Aunque este libro fue
impreso días antes de la muerte de Foucault, la
introducción ya había sido publicada en la revista Le
Débat en Noviembre de 1983).

3 Foucault, M.
"¿Qué es la Ilustración?"; traducción
de J. Dávila, Actual (Revista de Cultura de la

Universidad de Los Andes)
Nº 28, Abril 1994, Mérida, pp. 19-46.

4Foucault, M. "Qu’est-ce
que la Critique?", Bulletin de la Société
Française de Philosophie, 84º anée, Nº 2,
pp. 33-63.

5Foucault, M. "La vie,
l’experience et la science", Revue de Métaphysique
et de Morale, 90º anée, Nº 1, pp.

3-14.

6 Foucault, M. "Qu’est-ce
que la critique?", op. cit.

7 Ibid.

8 Ibid.

9 Ibid.

10 Ibid.

11 Ibid.

12 Foucault, M.
"¿Qué es la Ilustración?", op.
cit.

13 Foucault, M. "L’usage
des plaisirs", op. cit.

 

Jorge Dávila

Mérida, Junio de 1994.

Actual, No. 31, 1995

Partes: 1, 2
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